La piel es el órgano más grande del cuerpo y necesita atención diaria para mantenerse saludable, fresca y radiante. El cuidado natural busca nutrirla con ingredientes puros, evitando químicos agresivos y respetando su equilibrio.
Algunos consejos prácticos:
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Hidratación constante: bebe suficiente agua y aplica productos con aceites vegetales como oliva, coco o almendras.
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Limpieza suave: elige jabones artesanales libres de sulfatos y fragancias sintéticas.
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Exfoliación natural: utiliza arcillas, avena o azúcar una vez por semana.
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Protección solar: incluso en días nublados, protege tu piel con bloqueadores naturales.
Optar por lo natural no es una moda, es volver a la tradición y al respeto por la naturaleza, ofreciendo a tu piel lo que realmente necesita.